Traducción y cultura: la lengua como reflejo de nuestra visión

En Ontranslation siempre unimos traducción y culturaLa lengua refleja la manera de entender el mundo de una sociedad, y viceversa. Por eso, a la hora de traducir, sobre todo si queremos transcrear (es decir, trabajar los textos de manera creativa para que tengan efectividad allá donde vayan), tenemos que tener en cuenta las connotaciones que cada cultura da a cada concepto.

Nuestro oficio va más allá de traducir textos sin más, pues en todo momento tenemos que tener en cuenta los factores contextuales. Hoy en día, no entender traducción y cultura como conceptos asociados es un error: la lengua va más allá de lo que aparenta ser.

 

¿Qué relación hay entre lengua y cultura?

Ya os lo hemos contado en otras ocasiones, las lenguas son un reflejo de nuestra visión del mundo y, a su vez, nuestra visión del mundo se manifiesta en nuestra forma de comunicarnos. Aunque es el eterno problema del huevo y la gallina, ya que no está claro cuál influye más a cuál, lo que está claro es que ambas se entrelazan.

Hablar un idioma es conocer la cultura que lo rodea, por eso traducción y cultura van de la mano. De nada nos sirve cambiar las palabras de un idioma a otro si no entendemos el contexto en el que se producen. Os damos algunos ejemplos.

 

La atención, ¿se paga, se presta, se hace…?

Atender a alguien requiere esfuerzo, o al menos requiere que le demos parte de nuestro tiempo. Al fin y al cabo es un intercambio, ¿no? En los usos de las locuciones que son equivalentes al verbo atender podemos extraer algunas conclusiones sobre cómo entienden el mundo en según qué culturas:

  • En castellano y en francés la locución es prestar atención y prêter attentionLa atención en este caso se presta. ¿Nos la tendrán que devolver? Puede ser que en estas culturas seamos más de trueque…
  • En inglés, en cambio, encontramos que la fórmula es pay attention, cuya traducción literal sería ‘pagar atención’.
  • En italiano se olvidan del intercambio que supone escuchar a otro y van a lo práctico: hablan de fare attenzione, ‘hacer atención’.

 

La compasión: traducción y cultura también en la etimología

El siguiente ejemplo que os vamos a poner viene de un libro que nos encantaLa insoportable levedad del ser, de Milan Kundera. Viene al pelo para entender cómo traducción y cultura se entrecruzan, y cómo entender la etimología puede ayudarnos a entender las perspectivas de una sociedad. Kundera nos explica lo siguiente sobre el concepto compasión:

  • Las lenguas romances usan este vocablo del original latín, formado a partir del prefijo com–, que equivale a nuestro con, y la palabra passio, que significa ‘padecimiento’.
  • En otros idiomas, el padecimiento es sustituido por el sentimiento, y se forma la palabra con un prefijo equivalente a con y un sinónimo de ‘sentimiento’. Esta fórmula es utilizada en polaco (wspól-czucie) en alemán (Mit-gefühl) o en sueco (med-känsla).

Lo que nos explica Kundera sobre esto es que mientras que los primeros le dan una carga expresamente negativa a la compasión, los segundos no la hacen expresa: el padecimiento es malo, los sentimientos pueden serlo o no. ¿No creéis que esto influya en los modos de entender el mundo de cada sociedad?

 

En definitiva, traducción y cultura son inseparables

Estos ejemplos parecen meras curiosidades, pero van más allá. Son la muestra de que la lengua está unida a las convenciones sociales, al contexto de cada grupo humano. Por eso traducción y cultura deben ir unidas: de nada nos sirve cambiar de un código lingüístico a otro sin adaptar también los códigos culturales.

Como solemos decir en Ontranslation, un traductor es también un embajador cultural. Sabe ver el mundo de dos maneras, y trasladar las visiones de una a otra. ¡Casi nada!

Acerca del autor

Oscar Nogueras

Es el CEO de Ontranslation y dedica algunos ratos libres a escribir en este blog para compartir sus conocimientos sobre internacionalización, cross-border ecommerce y Traducción SEO. No es para menos, ya que entre su formación cuenta con una licenciatura en filología inglesa, un máster en tradumática, un posgrado en elearning y un MBA. En definitiva, una declaración de intenciones donde la cultura y los idiomas se sirven mezclados, no agitados.

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